15M es mucho o nada, según se mire. Es mucho porque mucha gente forma parte de un modo u otro de este movimiento. Es nada porque quizá la única unidad del movimiento es la indignación, pero una indignación que cada cual entiende a su manera.
Un grupo importante dentro del 15M ha tomado las riendas del movimiento y todo debe pasar por La Asamblea. Así la estructura del movimiento se basa en cada ciudad (al menos en Granada) en asambleas de barrios y pueblos cercanos que confluyen todas en la Asamblea de Granada. Existen grupos de trabajo que elaboran material de trabajo que para su difusión debe ser aceptado por La Asamblea con consenso. Por tanto, La Asamblea y el consenso marcan el ritmo del movimiento.
Como planteamiento hipotético se puede pensar razonable y la forma más justa de sentirte implicado y representado en tu ciudad, ya que tú tomas parte activa y consciente de todo. Pero ... la realidad te descubre que en nuestro mundo no te dan horas para ser ciudadano activo. Nuestro horario de trabajo y nuestro tiempo para el ocio, se vuelven incompatibles con la asistencia y participación en todas las asambleas y grupos de trabajo. Es más, puede darse la frustrante situación de invertir bastantes horas dentro de un grupo de trabajo que elabora materiales y ver que esos materiales no se aceptan en La Asamblea general a la que no has podido asistir para poder romper el consenso que llevó a la no aceptación de ese trabajo o enterarte de qué estaba mal en ese material.
Agradezco especialmente a la autora de esta nota, por dejarme compartir sus opiniones en este espacio.
Esa insatisfacción creo que se parece mucho a esa del no nos representan cuando los diputados en el Congreso aprueban leyes que creemos van en contra de nuestro trabajo o deseos del día a día.
La Asamblea potencialmente está formada por todos los ciudadanos, pero en la práctica sólo unos pocos asisten con regularidad y se sienten legitimados para que su consenso paralice o ponga en marcha las acciones del resto de compañeros de los grupos de trabajo.
Sé que se está trabajando en la forma de organizarse pero mientras seguimos pensando en cómo organizarnos la vida sigue y la indignación se acrecienta y nuestro deseo de actuar y nuestro trabajo de acción se paralizan con el consenso de una asamblea de la que no formas parte porque el día sólo tiene 24 horas y son muchos los temas que te interesan y de los que formas parte ...
Sé que el discurso es vamos despacio porque vamos lejos pero perdonad mi pesimismo cuando me encuentro dando vueltas sobre el mismo punto.
Agradezco especialmente a la autora de esta nota, por dejarme compartir sus opiniones en este espacio.
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